Quien dice semana de vacaciones, no siempre dice semana depurativa. Pero esta vez, ha sido mi semana depurativa, y no en cuanto a comida nos referimos, sino más bien a bienestar personal.
En el aeropuerto de Charleroi al que fui acompañada de Beatriz, nos encontramos a una niña pequeña intentando hacer breakdance con un chico. Y matamos el tiempo que nos sobraba como pudimos.
Vuela con Ryanair =)
Niña haciendo breakdance en Charleroi
Matando el tiempo: I need a Euro, Euro, Euro is what I need
Llegada a Madrid, dispuesta a empezar los 10 días de vacaciones con buen pie. El tiempo no parecía acompañar el fin de semana, pero si el resto de la semana, y así ha sido, con una media de 22º, ¡no está mal!
Después de un fin de semana supuestamente cargadito de cosas que hacer, de las cuales hice el 50% porque mis malditos vecinos se pasaron la noche del viernes al sábado, hasta el sábado a las 14h00 con la música a todo trapo y con una multa por contaminación acústica de mi parte, empecé la semana de turisteo madrileño con ganas.
El fin de semana se resume en comer, Chocita del Loro, novio, reir, dormir, comer. jajaja
Como buena turista, el lunes tocó shopping por la periferia, es decir, centros comerciales, centros comerciales, y más centros comerciales.
El martes, tocaba la capital española. Primero me pasé por la uni a gestionar un papeleo. Luego, me esperaba la Plaza de Colón, Paseo del Prado, Gran Vía, Callao, Preciados, Puerta del Sol, Plaza Mayor, Palacio Real, Templo de Debod, Museo del Jamón, y para acabar bien la tarde-noche un partidito de padel de dos horas.
La foto no es muy actual, es que no hice fotos ese día.
El miércoles fui al Escorial, a visitar el pueblo y el Monasterio que hacía mucho que no iba y no me acordaba muy bien. El caso es que me planto ahí por la mañana y hasta las 15h00 no podía entrar en el Monasterio porque estaba Doña Sofía dentro, y doy fe de ello, ya que me la cruce cuando salía. Visita turistica por las callejuelas de El Escorial, y visita impresionante del Monasterio. Luego quise ir al Valle de los Caídos, para poder documentar con mayor profundidad mi trabajo para Laurence Allard, pero estaba cerrado.
Monasterio de El Escorial
Vistas desde el Monasterio
El jueves estuve en la Sierra de Madrid. El increíble paisaje que se dibuja desde mi casa mirando hacia el Norte, me dio tantas ganas que no pude resistir. Primero Navacerrada pueblo, comidita en una terracita al sol, y luego puerto de Navacerrada, nada mal. Para volver a acabar bien el día, partido de padel de 2 horas y un poco de copichuelas en casa...=)
Embalse de Navacerrada
Navacerrada
El viernes volvió a tocar tiendas, y partido de padel. El fin de semana ha sido tranquilo repasando apuntes, comiendo bien, tomando el sol, y buscando masters para el año que viene.
Ni una nube.
En esto ha consistido mi semana depurativa. Ahora, a la rutina Lilloise.
Krlis